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lunes, 5 de enero de 2009

Ria de Huelva


La vision de la ria, que se ve entre los dos puentes, evoca una imagen en el horizonte, como si fuera el nacimiento de un rio, y esto me recuerda una recopilación histórica de nuestro erudito en la historia de Huelva (Antonio Carlos Prieto) en relación a los orígenes del agua potable en la ciudad:

EL ACUEDUCTO ROMANO

En el patio del Ayuntamiento de Huelva, bajo la arcada, existe una inscripción que recuerda las personas que formaban parte del plenario que dictó el bando que proclamaba el abastecimiento total de agua corriente en la ciudad, el 1 de Agosto de 1.925. El agua corriente a domicilio, por tanto, llega a Huelva en los inicios del siglo XX. Actualmente bebemos del pantano de Beas y del sistema de embalses Andévalo-Chanza-Piedras a través del puente sifón. Pero ¿y antes?Mi amigo Luis, esa tarde que habíamos salido a pasear por la Gran Vía me miraba con ojos abiertos, temiendo que le iba a soltar otra perorata de conocimiento pseudohistórico, que él iba a tener que reconocer que ignoraba.Casi todos hemos conocido la zona de los huertos y de la vega. Nuestros abuelos conocieron La Fuente
Vieja en la zona de Las Colonias y algunas noticias nos han llegado de las fuentes existentes en la Plaza de San Pedro e incluso en la Plaza de las Monjas, pero, ¿de donde salía esta agua?Los romanos siguiendo su idea de expansión, comienzan la invasión de la Península con las Guerras Púnicas contra Cartago en el siglo II A.C., y van fundando ciudades sobre asentamientos ya existentes o ciudades nuevas en sitios estratégicos, permaneciendo en lo que ellos llaman Hispania, hasta el siglo IV-V de nuestra Era, en los que va sucumbiendo la civilización romana.Así crean Onoba, situada en el actual emplazamiento de Huelva, aunque durante mucho tiempo se pensó que estuvo situada en Gibraleón.Esta ciudad siguió su curso en paralelo a la Historia de Roma desde la República hasta la época del Imperio, desde los comienzos de la invasión pasando por las campañas lusitanas, hasta el declive la Hispania romana.De los vestigios localizados en el convento de las Madres Agustinas, en todas las calles del sector centro, en los nuevos grandes almacenes de la C/Vázquez López que han quedado expuestos al público, así como en el Edificio situado en el antiguo Colegio Francés, se puede concluir las dos épocas distintas que hubo en la ciudad.Durante una etapa parece que fue un poblado que explotaba las salinas y la pesca del atún, existiendo fábricas de salazones, para después volver a tener una gran importancia como puerto, enlazando con las minas existentes en la sierra y convirtiéndose nuevamente en un lugar estratégico como enlace de comunicación a través del mar.Ello explicaría la obra más importante descubierta hasta el momento de esta época, EL ACUEDUCTO ROMANO SEMISUMERGIDO, y que sólo tiene sentido para una población importante en número y economía.Efectivamente, los romanos aprovechan la peculiaridad de los cabezos para crear un sistema de drenaje y encauzar el agua hacia los doblamientos. Esto lo realizan mediante el drenaje del agua de un acuífero bajo los cabezos sobre el acueducto excavado, mediante la unión de ladrillos sin mezcla, teniendo varios brazos que recorrerían los distintos cabezos para acumularla y llevarla desde la situación actual del Santuario de Nuestra Señora de la Cinta hasta la Plaza de San Pedro. Este acueducto, en su mayor parte sumergido, solo tendría un pequeño recorrido exterior para salvar el hoy Paseo de Buenos Aires.El único tramo que se conoce con exactitud es el que se encuentra en la denominada Fuente Vieja (Las Colonias) pues hasta hace poco tiempo hubo una fuente con dos caños permanentes de agua y se ha podido explorar, tratándose de una cámara de decantación que posiblemente se utilizara como fuente al ir obstruyéndose las continuaciones hacia las demás salidas.Durante siglos se ha utilizado este sistema que dio de beber a la población de Huelva y que resultó definitivamente dañado en el terremoto de 1.755, aunque como ya indicamos al principio, después se siguió utilizando tanto como método de recogida de agua potable de forma particular o mediante aguadores que luego la repartían a domicilio, como también para regar la zona de La Vega y San Sebastián, con huertos que discurrirían a cada lado de los caños transversales.Hasta 1849 no se hicieron los primeros intentos para traer agua corriente desde la Rivera de Nicoba por parte de empresas privadas, si bien todavía en 1.895 se modificó la Fuente de la Plaza de San Pedro y en 1.897 se realizaron dos nuevos surtidores en la C/Puerto y en la Plaza de San Francisco.En 1.897, los periódicos denunciaban el uso industrial del agua del acueducto que limitaba el consumo doméstico a dos o tres horas diarias. En 1.906 aún se colocó nueva tubería de gres que unía la Fuente Vieja con la de la Plaza de San Pedro, y se reparó la existente en la Plaza de la Soledad, instalando nuevas fuentes en Las Colonias.Ya en 1.916 llegaba el agua por empresas suministradoras a la mayoría de los hogares, quedando la Fuente Vieja solo para las familias humildes que no podían pagar dichos suministros y realizándose obras en dicho surtidor solo conducentes a evitar derrumbamientos del cabezo. Hasta 1.925 le debemos, pues, el agua potable a los romanos.

1 comentario:

ALEX dijo...

Muchas veces son las que cruzamos estos puentes...de ida y vuelta..del trabajo al ocio,y del ocio al trabajo....pero pocas veces nos detenemos...lo paseamos...nos dejan que lo surquemos y podamos disfrutar de el paisaje industrial, comercial, y sobre todo del paisaje natural...ese paraje natural marismas del odiel..su fauna, sus atardeceres....sus rojos y azules contrástes en consonancia con el rojizo mineral que mancha sus orillas...
LA FOTO SOBERBIA.

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