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domingo, 4 de enero de 2009

Ria de Huelva

Nuestro amigo Antonio Carlos, tras arduas investigaciones ,nos hace una reseña histórica sobre los primeros habitantes de Huelva :
En Granada todo el mundo conoce quien fue Washintong Irving, creador entre otras de Cuentos de la Alhambra, en Jaen todos los jiennenses saben que el general Castaños ganó la Guerra de Bailén, en Sevilla casi todos saben que Miguel de Mañara fundó la Hermandad de la Santa Caridad, en Córdoba se conocen quien era Averroes, en Málaga siempre está presente Picaso, en Almería nació Nicolás Salmerón, presidente de la República, en Cádiz unen la historia sobre las bombas que tiraban los fanfarrones con la Constitución de la Pepa.En Huelva, además de Colón, de Juan Ramón Jiménez, de tener una ría y un barquito velero, tenemos infinidad de pequeñas historias que debemos conocer por ser importantes para Huelva, para España y para la Humanidad.


HABIS- EL TARZAN DE HUELVA Todos conocemos la creación de Edgar Rice Burroughs, Tarzán de los monos, que luego fue llevado al cine, hijo de una familia aristocrática inglesa que sufre un accidente durante un viaje, y el niño se cría en la selva africana; o de Mowgli, el conocido niño indio que crece entre lobos, panteras, osos y monos, creado en El Libro de la Selva, de Rudyard Kipling y que popularizó sobre todo Walt Disney. Legendaria es la historia sobre Rómulo y Remo, fundadores de Roma, amamantados por una loba. Pues bien, casi nadie conoce la leyenda de Habis, rey tartésico.Tartessos es un reino anterior a la llegada de los fenicios a la península ibérica, que se remonta a época anterior al año 1.000 a.C.La edad de Bronce (hace 5.000 años) y la Edad de Hierro se desarrollan mejor que en ningún sitio en la Sierra de Huelva, rica en metales hasta la actualidad y que sucesivos pueblos han explotado sucesivamente a lo largo de la Historia. De hecho uno de los dólmenes más amplios de Occidente es el de Soto, entre Niebla y Trigueros, que data de la Edad de Bronce.
Los primeros pobladores indígenas se agruparían junto al mar y multitud de datos nos dan indicios de que una de las concentraciones urbanas más importantes y quizá con el mismo nombre que el reino de Tartessos, estuvo en Huelva.Las excavaciones realizadas en la ciudad, la necrópolis hallada en el Cabezo de la Joya, la multitud de restos que se pueden admirar en el Museo de Huelva, así como los distintos restos hallados en las zonas del centro de la ciudad y en Parque Moret, dan claramente muestras de que la ciudad fue muy importante en épocas anteriores a la destrucción por Cartago. Textos de escritores griegos, fenicios, semitas y romanos, aunque siglos después de la destrucción de Tartessos y por ello la dificultad de su localización exacta, hablan del Reino de Tartessos como un pueblo civilizado, junto al mar, navegantes que explotan la agricultura de forma muy avanzada y rico en metales.
Hércules, héroe mitológico hijo de Zeus, que figura en el escudo de Andalucía, fue al parecer el fundador de Gadir (Cádiz) y abrió el Estrecho de Gibraltar separando Tánger del Peñón de Gibraltar, existiendo en la mitología abundantes referencias a sus relaciones con Tartessos.Gárgoris, fue un rey tartésico que, tras mantener relaciones incestuosas con su hija, quedó avergonzado cuando nació su hijo, HABIS, lo abandonó en el bosque durante la noche, pero las fieras lo respetaron y amaneció con vida.Realizando otro intento de quitarle la vida lo lanzó al mar. Este lo devolvió con una ola y quedó depositó en la playa, donde fue recogido por una cierva que lo amamantó, creciendo entre animales. Unos cazadores, ya siendo adolescente, lo capturaron confundiéndolo de lejos con un ciervo, tal eran las formas de moverse entre el bosque. Cuando el rey tuvo conocimiento, hizo que lo trajeran a su presencia y se dio cuenta de que era su hijo por unas marcas de nacimiento.Gárgoris declaró como heredero a HABIS, pasando a su muerte a ser rey de Tartessos. Corresponde su reinado a la época más floreciente de esta civilización y se atribuye a su periodo de mandato, la enseñanza de cultivar con bueyes tirando del arado, dividiendo el reino en siete capitales y la sociedad en siete castas sociales, prohibiendo el trabajo servil. Muerto HABIS le siguieron como reyes sus descendientes, siendo Argantonio (Señor de la plata) uno de ellos, que ya pasa a ser algo más que leyenda, existiendo datos históricos que certifican su existencia.El final de Tartessos pudo deberse a la desaparición por la sucesiva colonización por fenicios, griegos, cartagineses o romanos, o bien por la destrucción total por los invasores de Cartago, o, por que no, tratarse de la Atlántida de Platón, destruida por un maremoto, que pudiera ocurrir en aquella época.

3 comentarios:

ALEX dijo...

PACO, me ha encantado la foto...sigue la regla de los tercios y tiene como motivo principal la masa de limo del estuario en primer plano. La ciudad al fondo aparece en un segundo plano, y el puente sinuosamente te lleva a ella misma. Felicidades.

antonio prieto dijo...

EL ACUEDUCTO ROMANO




En el patio del Ayuntamiento de Huelva, bajo la arcada, existe una inscripción que recuerda las personas que formaban parte del plenario que dictó el bando que proclamaba el abastecimiento total de agua corriente en la ciudad, el 1 de Agosto de 1.925. El agua corriente a domicilio, por tanto, llega a Huelva en los inicios del siglo XX. Actualmente bebemos del pantano de Beas y del sistema de embalses Andévalo-Chanza-Piedras a través del puente sifón. Pero ¿y antes?

Mi amigo Luis, esa tarde que habíamos salido a pasear por la Gran Vía me miraba con ojos abiertos, temiendo que le iba a soltar otra perorata de conocimiento pseudohistórico, que él iba a tener que reconocer que ignoraba.

Casi todos hemos conocido la zona de los huertos y de la vega. Nuestros abuelos conocieron La Fuente Vieja en la zona de Las Colonias y algunas noticias nos han llegado de las fuentes existentes en la Plaza de San Pedro e incluso en la Plaza de las Monjas, pero, ¿de donde salía esta agua?

Los romanos siguiendo su idea de expansión, comienzan la invasión de la Península con las Guerras Púnicas contra Cartago en el siglo II A.C., y van fundando ciudades sobre asentamientos ya existentes o ciudades nuevas en sitios estratégicos, permaneciendo en lo que ellos llaman Hispania, hasta el siglo IV-V de nuestra Era, en los que va sucumbiendo la civilización romana.

Así crean Onoba, situada en el actual emplazamiento de Huelva, aunque durante mucho tiempo se pensó que estuvo situada en Gibraleón.

Esta ciudad siguió su curso en paralelo a la Historia de Roma desde la República hasta la época del Imperio, desde los comienzos de la invasión pasando por las campañas lusitanas, hasta el declive la Hispania romana.

De los vestigios localizados en el convento de las Madres Agustinas, en todas las calles del sector centro, en los nuevos grandes almacenes de la C/Vázquez López que han quedado expuestos al público, así como en el Edificio situado en el antiguo Colegio Francés, se puede concluir las dos épocas distintas que hubo en la ciudad.

Durante una etapa parece que fue un poblado que explotaba las salinas y la pesca del atún, existiendo fábricas de salazones, para después volver a tener una gran importancia como puerto, enlazando con las minas existentes en la sierra y convirtiéndose nuevamente en un lugar estratégico como enlace de comunicación a través del mar.

Ello explicaría la obra más importante descubierta hasta el momento de esta época, EL ACUEDUCTO ROMANO SEMISUMERGIDO, y que sólo tiene sentido para una población importante en número y economía.

Efectivamente, los romanos aprovechan la peculiaridad de los cabezos para crear un sistema de drenaje y encauzar el agua hacia los doblamientos. Esto lo realizan mediante el drenaje del agua de un acuífero bajo los cabezos sobre el acueducto excavado, mediante la unión de ladrillos sin mezcla, teniendo varios brazos que recorrerían los distintos cabezos para acumularla y llevarla desde la situación actual del Santuario de Nuestra Señora de la Cinta hasta la Plaza de San Pedro. Este acueducto, en su mayor parte sumergido, solo tendría un pequeño recorrido exterior para salvar el hoy Paseo de Buenos Aires.

El único tramo que se conoce con exactitud es el que se encuentra en la denominada Fuente Vieja (Las Colonias) pues hasta hace poco tiempo hubo una fuente con dos caños permanentes de agua y se ha podido explorar, tratándose de una cámara de decantación que posiblemente se utilizara como fuente al ir obstruyéndose las continuaciones hacia las demás salidas.

Durante siglos se ha utilizado este sistema que dio de beber a la población de Huelva y que resultó definitivamente dañado en el terremoto de 1.755, aunque como ya indicamos al principio, después se siguió utilizando tanto como método de recogida de agua potable de forma particular o mediante aguadores que luego la repartían a domicilio, como también para regar la zona de La Vega y San Sebastián, con huertos que discurrirían a cada lado de los caños transversales.

Hasta 1849 no se hicieron los primeros intentos para traer agua corriente desde la Rivera de Nicoba por parte de empresas privadas, si bien todavía en 1.895 se modificó la Fuente de la Plaza de San Pedro y en 1.897 se realizaron dos nuevos surtidores en la C/Puerto y en la Plaza de San Francisco.

En 1.897, los periódicos denunciaban el uso industrial del agua del acueducto que limitaba el consumo doméstico a dos o tres horas diarias. En 1.906 aún se colocó nueva tubería de gres que unía la Fuente Vieja con la de la Plaza de San Pedro, y se reparó la existente en la Plaza de la Soledad, instalando nuevas fuentes en Las Colonias.

Ya en 1.916 llegaba el agua por empresas suministradoras a la mayoría de los hogares, quedando la Fuente Vieja solo para las familias humildes que no podían pagar dichos suministros y realizándose obras en dicho surtidor solo conducentes a evitar derrumbamientos del cabezo. Hasta 1.925 le debemos, pues, el agua potable a los romanos.

antonio prieto dijo...

SI NO TE IMPORTA CAMBIA LO DE HABIS POR ESTE OTRO CASI IDENTICO PERO CON INTRODUCCION

En Granada todo el mundo conoce quien fue Washintong Irving, creador entre otras de Cuentos de la Alhambra, en Jaen todos los jiennenses saben que el general Castaños ganó la Guerra de Bailén, en Sevilla casi todos saben que Miguel de Mañara fundó la Hermandad de la Santa Caridad, en Córdoba se conocen quien era Averroes, en Málaga siempre está presente Picaso, en Almería nació Nicolás Salmerón, presidente de la República, en Cádiz unen la historia sobre las bombas que tiraban los fanfarrones con la Constitución de la Pepa.

En Huelva, además de Colón, de Juan Ramón Jiménez, de tener una ría y un barquito velero, tenemos infinidad de pequeñas historias que debemos conocer por ser importantes para Huelva, para España y para la Humanidad.



HABIS- EL TARZAN DE HUELVA



Me encontraba cenando como muchos viernes por la noche, en compañía de nuestras respectivas, con mi amigo Luís , que siempre se enorgullece de conocer Huelva, metiéndose con mi origen que aunque es de nacimiento Huelva capital, pasé bastantes años en Madrid y Sevilla, teniendo mi esposa e hijos nacidos en este último lugar. Le pregunté si conocía la creación de Edgar Rice Burroughs, Tarzán de los monos, que luego fue llevado al cine, hijo de una familia aristocrática inglesa que sufre un accidente durante un viaje, y desde niño se cría en la selva africana; o de Mowgli, el conocido niño indio que crece entre lobos, panteras, osos y monos, creado en El Libro de la Selva, de Rudyard Kipling y que popularizó sobre todo Walt Disney. También comentamos la leyenda sobre Rómulo y Remo, fundadores de Roma, amamantados por una loba. Pues bien, entonces, y con un poco de sorna, le pregunté si conocía la leyenda de Habis, rey tartésico; efectivamente y como esperaba no le sonaba de nada.

Tartessos es un reino anterior a la llegada de los fenicios a la península ibérica, que se remonta a época anterior al año 1.000 a.C.

La edad de Bronce (hace 5.000 años) y la Edad de Hierro se desarrollan mejor que en ningún sitio en la Sierra de Huelva, rica en metales hasta la actualidad y que sucesivos pueblos han explotado sucesivamente a lo largo de la Historia. De hecho uno de los dólmenes más amplios de Occidente es el de Soto, entre Niebla y Trigueros, que data de la Edad de Bronce.

Los primeros pobladores indígenas se agruparían junto al mar y multitud de datos nos dan indicios de que una de las concentraciones urbanas más importantes y quizá con el mismo nombre que el reino de Tartessos, estuvo en Huelva.

Las excavaciones realizadas en la ciudad, la necrópolis hallada en el Cabezo de la Joya, la multitud de restos que se pueden admirar en el Museo de Huelva, así como los distintos restos hallados en las zonas del centro de la ciudad y en Parque Moret, dan claramente muestras de que la ciudad fue muy importante en épocas anteriores a su destrucción por Cartago.

Textos de escritores griegos, fenicios, semitas y romanos, aunque siglos después de la destrucción de Tartessos, y por ello la dificultad de su localización exacta, hablan del Reino de Tartessos como un pueblo civilizado, junto al mar, de navegantes que explotan la agricultura de forma muy avanzada y rico en metales.

Hércules, héroe mitológico hijo de Zeus, que figura en el escudo de Andalucía, fue al parecer el fundador de Gadir (Cádiz) y abrió el Estrecho de Gibraltar separando Tánger del Peñón de Gibraltar, existiendo en la mitología abundantes referencias a sus relaciones con Tartessos.

Gárgoris, fue un rey tartésico que, tras mantener relaciones incestuosas con su hija, quedó avergonzado cuando ésta parió a HABIS, lo abandonó en el bosque durante la noche, pero las fieras lo respetaron y amaneció con vida.

Realizando otro intento de quitarle la vida lo lanzó al mar. Pero éste lo devolvió con una ola y quedó depositado en la playa, donde fue recogido por una cierva que lo amamantó, creciendo entre animales. Unos cazadores, ya siendo adolescente, lo capturaron confundiéndolo de lejos con un ciervo, tal eran las formas de moverse el joven en el bosque. Cuando el rey tuvo conocimiento, hizo que lo trajeran a su presencia y se dio cuenta de que era su hijo por unas marcas de nacimiento.

Gárgoris declaró como heredero a HABIS, pasando a su muerte a ser rey de Tartessos. Corresponde su reinado a la época más floreciente de esta civilización y se atribuye a su periodo de mandato, la enseñanza de cultivar con bueyes tirando del arado, dividiendo el reino en siete capitales y la sociedad en siete castas sociales, prohibiendo el trabajo servil.

Muerto HABIS le siguieron como reyes sus descendientes, siendo Argantonio (Señor de la plata) uno de ellos, que ya pasa a ser algo más que leyenda, existiendo datos históricos que certifican su existencia.

El final de Tartessos pudo deberse a la sucesiva colonización por fenicios, griegos, cartagineses o romanos, o bien por la destrucción total por los invasores de Cartago, o, por que no, tratarse de la Atlántida de Platón, destruida por un maremoto, que pudiera ocurrir en aquella época.

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